Vakeró quiere que las letras de la música urbana sigan evolucionando

En un encuentro en “Música entre Libros”, de la Biblioteca Juan Bosch, recordó que en su momento dijo que había que mejorar las letras para que el movimiento no desaparezca

(Santo Domingo).- El popular Vakeró, destacado como cantante y compositor, consideró que las letras de la llamada música urbana han mejorado un poco, con relación a años atrás, y expresó su aspiración a que sigan mejorando.

El espacio de “Música entre Libros” organizado por la Biblioteca Juan Bosch (BJB), de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), fue el escenario en el que Vakeró se expresó, en respuesta a una pregunta del público que desbordó el Café Filó para ser testigo del conversatorio.

Con Vladimir Dotel, líder del grupo Los Ilegales, como entrevistador, Vakeró puso de manifiesto el compromiso y la responsabilidad con que asume el oficio.

Eso ha cambiado –las letras de las canciones–, dijo, cuando le preguntaron si las letras de la música urbana deben seguir igual o evolucionar. “Hace dos años era más complicado”, afirmó, aunque reconoció que “algunos” todavía quieren llamar la atención, para luego bajar el tono.

Hay que mejorar las letras para que nuestro movimiento no desaparezca, recordó que decía, “y muchos me han escuchado”, añadió.

De su don como compositor, con un sello distintivo que lo ha posicionado en la cima de la popularidad en el país y en los escenarios dominicanos del exterior, lo atribuyó a un legado de Dios.

También reconoció que “los años hacen madurar”, y que ahora es más consciente de su compromiso con la gente que lo sigue, que decide escucharlo. “Es una responsabilidad que tengo, que me obliga a hacer las cosas bien”, expresó.

Proceder de un barrio de San Pedro de Macorís, en medio de precariedades, pero rodeado de gente que se buscaba el pan de cada día con un trabajo honrado ha sido una enseñanza que lo ha guiado toda su vida, contó. Rememoró su vinculación a un vecino que era pintor, otro que daba clases de karate, entre otros. Todas, personas trabajadoras.

Dotel le preguntó sobre sus grandes influencias musicales, y el primero que mencionó y más resaltó fue Ismael Rivera y su rumba salsera. Su fascinación por el hip hop, el reggae y su máximo exponente, Bob Marley también le merecieron comentarios que evidenciaron los múltiples influjos musicales que ha recibido.

Al merengue Vakeró se refirió de una manera especial. Resaltó que no hay fiesta en la que participe que no lo incluya. “Siempre se puede hacer buen merengue. Es un ritmo excelente”, comentó.

Qué le falta al merengue, le preguntaron. Y respondió que es necesario que la gente que tiene recursos en el ámbito musical invierta en la composición y difusión de buenos merengues, que apuesten al ritmo.

Lamentó que con la denominación de “urbano” se quiera menospreciar el ritmo, al considerar que todo lo que no es clásico, incluida la bachata y el merengue, son expresiones musicales urbanas.

Máximo Jiménez, expresidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), fue el anfitrión de Vakero, junto a Izaskun Herrojo, encargada del servicio al usuario de la (BJB), y Dotel.

El Café Filó fue desbordado por un público de diferentes generaciones que manifestó su admiración al cantante. Numerosos medios de comunicación aprovecharon el conversatorio para recibir los testimonios de Vakeró en persona.

Música entre libros es una iniciativa de la Biblioteca Juan Bosch (BJB) y Radio FUNGLODE, como parte del programa de actividades culturales “Biblioteca Viva”. Se lleva a cabo los últimos jueves de cada mes, bajo la coordinación de la directora de la BJB, Aida Montero; Kelvin Mejía, director de Radio Funglode, y Máximo Jiménez.

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