Mensaje del Presidente
A partir de los años noventa, casi coincidiendo con el inicio de nuestro primer período de gobierno (1996-2000), la globalización se convirtió en el tema central de la política a nivel mundial, entendida la globalización como una interdependencia, una interconexión, de carácter económico, cultural, social y tecnológico.
Mensaje del Dr. Leonel Fernández, presidente de Funglode
A partir de los años noventa, casi coincidiendo con el inicio de nuestro primer período de gobierno (1996-2000), la globalización se convirtió en el tema central de la política a nivel mundial, entendida la globalización como una interdependencia, una interconexión, de carácter económico, cultural, social y tecnológico.
La idea de crear Funglode surgió al término de nuestro primer período de gobierno: crear un centro de pensamiento o think tank, como se dice en los países anglosajones. Pero, en realidad, la idea venía desde antes, porque yo conocía la existencia de esos centros, por ejemplo, los de Washington, como la Brookings Institution y el Centro de Estudios Internacionales, y en Brasil la Fundación Getulio Vargas.
Al entregar el poder, como expresidente dominicano aproveché las conexiones que generaba el fenómeno de la globalización, justamente en el área del conocimiento, para hacer contactos con universidades y con centros de pensamiento o think tanks. La inquietud era la de crear vínculos globales con iniciativas culturales, educativas y tecnológicas para acelerar en nuestro país el proceso de conocimiento que permitiera insertarse de manera beneficiosa en la globalización en sentido general.
Tenía claro que en la República Dominicana hacía falta un centro de investigación sobre temas de naturaleza pública que fueran relevantes para el interés nacional. La experiencia directa en esos centros de pensamiento de otros países me brindó el criterio, el concepto para crear una institución sin fines de lucro cuyo objetivo principal fuese la investigación, el estudio, el análisis de políticas públicas que pudiesen ser aplicadas y tuviesen un sentido de relevancia para el futuro de la República Dominicana y de América. Y, por supuesto, al ser una fundación global, que tuviese un carácter universal.
Lo primero que hicimos fue definir la visión y misión. Nos reuníamos para precisar lo que queríamos hacer. Participaron compañeros como Carlos Dore, Natasha Despotovic y Frederic Emam-Zadé.
Luego se comenzó a pensar en el financiamiento, y entonces se incorporó Luis Manuel Bonetti, empresario, quien inició los contactos con otros empresarios que estaban en condiciones de hacer aportes. Mientras se construía la sede de Funglode estuvimos tres años en un edificio de la avenida 27 de febrero, desde donde iniciamos las actividades formativas y grandes encuentros.
A pesar de estar en unas oficinas bastante modestas y limitadas en su espacio, pudimos organizar encuentros relevantes. En efecto, la primera actividad tuvo lugar en el Hotel Jaragua y reunió a varios expresidentes latinoamericanos. La conferencia “Democracia en el siglo XXI: experiencias y desafíos de Iberoamérica”, celebrada del 20 al 22 de noviembre del 2000, contó con la participación de los expresidentes Eduardo Frei, de Chile; Armando Calderón Sol, de El Salvador y Ramiro de León Carpio, de Guatemala.
Fue un magnífico evento que reunió más de mil personas y tuvo una gran cobertura mediática. Fue primera plana de varios diarios nacionales y generó muchos comentarios. Hay que tomar en cuenta que el común de los dominicanos no tenía pleno conocimiento de lo que era un centro de pensamiento, porque entonces predominaba el criterio de que una fundación se enfocaba en la donación de “cosas”, por ejemplo, en el área de la salud o de la alimentación. Aquí no se daba nada, sino que se trataba de pensar, reflexionar y presentar ideas sobre el futuro del país.
Hay que entender la importancia de las ideas para la vida pública. Cuando uno contribuye con la formación en el manejo de las ideas en el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades está creando la fase cognitiva del liderazgo político, empresarial y de opinión. Por lo tanto, además de investigaciones se organizaron seminarios y talleres que se ampliaron luego a cursos y diplomados, hasta crear, primero, la Escuela de Gobierno, y luego, el Instituto Global de Altos Estudios en Ciencias Sociales (IGlobal), un centro de educación superior para impartir maestrías y doctorados. Esta institución nació de esa serie de conferencias y seminarios de economía, ciencias políticas, sociología, comunicación, derecho y humanidades.
Latina España, Italia, Francia y el Reino Unido, y Colombia, Cuba, Chile, Argentina y Brasil. En Estados Unidos iniciamos intercambios con universidades de Nueva York y de Washington, y esto propició que varios catedráticos vinieran a la República Dominicana a dar conferencias o las hicieran de manera virtual.
En este contexto creamos centros de estudio, iniciativas y observatorios. Así surgieron el Centro de Estudios de Medioambiente y el de Educación y Educación Superior, y otros sobre salud, infraestructura y urbanismo, comunicación y economía. Mediante estas estructuras y su personal especializado se comenzaron a generar reflexiones compartidas en conferencias, paneles y publicaciones derivadas de investigaciones propias y de colaboradores, así como cursos y diplomados.
En una segunda etapa surgieron los observatorios, primero el Observatorio Político Dominicano (OPD) y luego el Observatorio Judicial Dominicano (OJD). El OPD da seguimiento a las acciones de los gobiernos locales y del Gobierno central a través de un grupo de investigadores, y analiza lo que acontece en la sociedad civil, en los partidos políticos y el sistema electoral, y también en los movimientos sociales. Las publicaciones derivadas de esos estudios son acogidas por los medios de comunicación, que incorporan a sus contenidos los resultados de las investigaciones.
El OJD, por su lado, estudia y da seguimiento al comportamiento del sistema judicial dominicano. Indaga sobre lo que hacen los tribunales de paz, los de primer grado, las cortes de apelación, la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Constitucional, así como sobre las sentencias y decisiones vinculadas al ejercicio del derecho y sus actores.
La exhaustividad de los estudios de ambos observatorios los ha posicionado como referentes de sus campos de estudio, lo que ha contribuido a fomentar una cultura jurídica y política en la República Dominicana.
Funglode ha incursionado, además, en la producción de diccionarios y enciclopedias. Entre ellos están el Diccionario cultural dominicano y el Diccionario enciclopédico dominicano de medio ambiente, los cuales son referentes para estudiantes y especialistas porque constituyen una fuente de información única, desde una perspectiva dominicana.
El aporte que se ha hecho al debate y a la reflexión sobre temas nacionales y globales, con un nivel académico riguroso, ha calado en la sociedad dominicana y en muchos talentos que han sentido el interés y entusiasmo por ser parte de la familia de Funglode en estas dos décadas de labor sostenida.
La Fundación cuenta también con la Biblioteca Juan Bosch (BJB), especializada en ciencias sociales y humanidades. Su sede es un edificio de seis pisos abierto al público y de acceso público, en donde recibe con regularidad estudiantes de universidades e investigadores para acceder a los recursos bibliográficos, en formatos electrónico y físico.
Otro aporte es el Instituto Global Multimedia, con el cual Funglode incursionó en la formación de realizadores cinematográficos, en una primera etapa, y luego asumió la promoción de la industria cinematográfica de la República Dominicana, impulsando la creación de la Ley No. 108-10 para el Fomento de la Actividad Cinematográfica. Al mismo tiempo, creó y consolidó el Festival de Cine Global, que pronto celebrará su edición número 14. El Instituto Global Multimedia continúa sus actividades formativas y eventos en torno al cine con seminarios y talleres que contribuyen a la formación de recursos humanos especializados que laboran en la industria.
La estructura más reciente de la institución cuenta con un estudio de televisión, en el que se producen documentales y entrevistas, y una emisora digital (Radio Funglode), que dispone de un salón de grabación de sonido.
En el inventario de logros, al cabo de 20 años habría que resaltar la creación de una importante red internacional de intercambios con universidades, centros de pensamiento, instituciones culturales y personalidades, todo lo cual ha convergido hacia la República Dominicana. Esa interconexión ha generado conocimientos y experiencias que han contribuido a la formación de una nueva generación de jóvenes que ya están insertos en la vida pública, empresarial y profesional de nuestro país.
Funglode tiene en su plantilla de colaboradores a jóvenes que llegaron con 15 años y hoy tienen 35 y son profesores del IGlobal o son funcionarios públicos, diplomáticos que con 14 y 15 años se iniciaron en la labor participando en los Modelos de las Naciones Unidas que desde el 2002 organiza la Asociación de las Naciones Unidas de la República Dominicana (ANU-RD), otro proyecto relevante de Funglode que ha formado una nueva generación de jóvenes muy competentes.
Hay que destacar el plan de desarrollo de infraestructuras RD2044, que tiene una proyección a 30 años en las 31 provincias y el Distrito Nacional del país, y ya ha identificado 1,500 proyectos pensados para celebrar el Bicentenario de la Nación, que será en el año 2044. Se trata de un conjunto de reflexiones y consultas con las poblaciones a impactar que se han traducido en proyectos concretos, como acueductos para proveer agua potable, carreteras, puentes, hospitales, escuelas, universidades, edificaciones públicas y todo lo que pudiéramos pensar en cuanto a la transformación de infraestructuras del país. Los proyectos nacieron en Funglode y se han exhibido en las distintas provincias para que se conozca exactamente cuál puede ser el futuro de esas demarcaciones y lo que significa un futuro de prosperidad, bienestar y oportunidades para seguir creciendo y avanzando.
Uno de los reconocimientos más importantes que ha logrado Funglode ha sido su ingreso al ranking mundial que reconoce los mejores centros de pensamiento del mundo por región. El ranking que elabora anualmente la Universidad de Pensilvania ha establecido que Funglode está entre las instituciones más destacadas de América Latina y el Caribe. Sitúa a la vez a Funglode como el principal centro estratégico de la región del Caribe.
Con su visión global, Funglode ha logrado posicionarse en Estados Unidos gracias al trabajo sostenido de la Global Foundation for Democracy and Development (GFDD), y también en Europa, donde connotados intelectuales colaboran para tener presencia en Francia y España, entre otras naciones europeas.
Las metas alcanzadas y los aportes realizados se resumen en las páginas que conforman esta memoria de 20 años. Celebramos los éxitos, conscientes de que hay nuevos desafíos, como avanzar a través del IGlobal en la formación de profesionales del siglo XXI e impulsar producciones cinematográficas y en el ámbito de los medios de comunicación.
Por último, el reto económico es y será siempre el principal: disponer de recursos para poder hacer las cosas que queremos hacer. Para eso hemos tenido que ser muy creativos organizando torneos de golf, eventos artísticos, cenas, desayunos, encuentros con empresarios, en el país y fuera del país, principalmente en los Estados Unidos, para que contribuyan con nosotros. Algo que nos facilita de alguna manera la tarea es que, tanto en Estados Unidos como en la República Dominicana, las aportaciones a una institución sin fines de lucro son deducibles del pago de impuestos hasta el 5% de los beneficios; muchos empresarios han destinado una parte de esas aportaciones deducibles a Funglode, lo cual nos ha permitido realizar nuestro trabajo.
A modo de conclusión, podemos manifestar que hemos avanzado mucho, aunque, por supuesto, uno vive en la insatisfacción perpetua, que es lo que permite seguir avanzando con nuevas ideas. Así como uno dice que el desarrollo siempre es inconcluso, así también los sueños son interminables. Hemos hecho varios aportes a la sociedad dominicana y a la región, pero aún estamos inconformes. Creemos que podemos hacer más y hacia esos retos es que se encamina Funglode en los próximos 20 años.
¿Qué es Funglode?
La Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) es una organización privada sin fines de lucro dedicada a los estudios y capacitaciones de los diferentes sectores del ámbito social, político, económico, democrático e internacional de la República Dominicana. Está afiliada a altas casas de estudios de las ciencias sociales de diversos países del mundo, como España, Francia y Estados Unidos.
Su filial en los Estados Unidos es la Global Foundation for Democracy and Development (GFDD), con sedes en Washington D.C. y Nueva York.
Misión
Ser un centro de pensamiento de investigación rigurosa, de excelencia académica y creatividad, que elabore opciones de políticas públicas para el fortalecimiento de la democracia, el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la creatividad y la modernización de la República Dominicana.
Visión
- Analizar temas vitales para promover el desarrollo humano y el fortalecimiento democrático de la República Dominicana, basado en experiencias nacionales e internacionales, investigaciones, proyectos de intercambio, publicaciones, conferencias, seminarios y talleres.
- Desarrollar, juntamente con otras instituciones de la sociedad, propuestas de políticas públicas y planes de acción que ofrezcan respuestas a los problemas nacionales aplicando un enfoque multidisciplinario e integral para beneficio de la sociedad dominicana.
- Contribuir a la formación de un núcleo crítico de la sociedad dominicana, a través de la excelencia académica, el intercambio con universidades y centros de investigación de prestigio nacional e internacional.
- Incentivar la creatividad y promover las realizaciones artísticas y culturales de carácter nacional e internacional.
Iniciativas
Funglode impulsa iniciativas en diversas áreas sociales a fin de fomentar la creación de ideas que promuevan el desarrollo social, cultural, educativo, económico y político del país.
Centros de Estudios
Los Centros de Estudios de FUNGLODE se dedican a la investigación, estudio y análisis de áreas claves para la democracia y el desarrollo, que promuevan la toma de decisiones, la cooperación y la generación de propuestas de políticas públicas en el país y la región.
Ejecutivos
Nuestros ejecutivos
Leonel Antonio Fernández Reyna, abogado, escritor y político dominicano. Fue presidente de la República Dominicana de 1996 a 2000, de 2004 a 2008 y de 2008 a 2012.
Leonel Antonio Fernández Reyna
Nació el 26 de diciembre de 1953 en la ciudad de Santo Domingo.
Hijo de José Antonio Fernández Collado (fallecido) y Yolanda Reyna Romero, en 1962 fue a residir junto a su familia a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, donde realizó sus primeros estudios. A su regreso al país, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). En 1978, obtuvo el título de Doctor en Derecho con honores (Magna Cum Laude), destacándose como el estudiante más sobresaliente de su promoción. Su tesis de grado, “El Delito de Opinión Pública”, enriqueció el debate sobre el tema.
Profesor de varias generaciones de periodistas y comunicadores de la universidad estatal, impartió asignaturas relacionadas con el derecho de prensa, historia, sociología de la comunicación y relaciones internacionales. También fue docente en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Amante de la lectura, el doctor Fernández es reconocido como uno de los académicos y profesionales más lúcidos de su generación. Ha ganado prestigio debido a su sólida formación y a sus grandes dotes de expositor. Tiene dominio de los idiomas inglés y francés.
Por sus aportes a las ciencias políticas, ha sido distinguido por las siguientes universidades de gran renombre con el título de Doctor Honoris Causa: La Sorbona; en 1999; Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y Universidad de Seton Hall, New Jersey, en 2000; Universidad Estatal de Santiago de Chile, en 2002; Lehman College, en 2002; Stevens Institute of Technology, New Jersey, en 2004; en 2005, por la Nova Southeastern University, de La Florida; Universidad de Massachusetts y la Universidad Estatal de Panamá; Universidad Cultural de China, en Taiwán, y la Universidad de Hankuk, Corea del Sur, en 2006.
Ingresó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 1973, junto al equipo fundador de esa organización, liderado por el profesor Juan Bosch, un dirigente político que pregonó la equidad social y la honestidad como bandera. En sus primeros años universitarios formó parte del movimiento estudiantil de la década del 70 y ocupó el cargo de secretario general de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UASD.
Su creciente incidencia en los círculos intelectuales, a través de conferencias, trabajos periodísticos y debates, fue paralela a una progresiva ascendencia en el seno de su partido. En 1985 fue elegido miembro del Comité Central del PLD y en 1990 miembro del Comité Político. También se desempeñó como secretario de Asuntos Internacionales y Prensa de esa organización y como director de la revista Política, Teoría y Acción.
En 1994 fue seleccionado candidato a la vicepresidencia de la República, como compañero de boleta del profesor Juan Bosch. Al final del año 1995 fue proclamado candidato presidencial para las elecciones del 16 de mayo de 1996, reto del que salió airoso al ser escogido Presidente de la República Dominicana para el período 1996-2000.
Fue el primer presidente de la República Dominicana salido de las filas del PLD y uno de los presidentes más jóvenes de América Latina. En enero de 2002, las bases del partido lo escogen, a unanimidad, presidente del PLD. En julio del año siguiente ganó las elecciones internas y se convirtió nuevamente en el candidato presidencial de esa organización.
Como presidente de la República durante el período 1996-2000, Fernández Reyna desarrolló una dinámica política exterior para rescatar a la República Dominicana de su aislamiento tradicional. En ese contexto, participó en foros internacionales de vital importancia, como son la Asamblea General de las Naciones Unidas, las Cumbres Iberoamericanas y Centroamericanas de Jefes de Estados y de Gobierno y la Cumbre de Las Américas. También visitó varias naciones de Europa, así como Japón y Singapur.
Como gobernante, reforzó los lazos dominicanos con los países del CARICOM y Centroamérica e integró la nación al Grupo de Río y de los países ACP (Países de África, Caribe y el Pacífico). En esa organización fue elegido presidente para el año 2000. Bajo su mandato se concertó el Tratado de Libre Comercio con los países de CARICOM y Centroamérica.
Fernández reorientó la inversión pública hacia el gasto social y privilegió la educación y salud pública. Durante este período, la economía creció un promedio anual de 8%, la inflación no alcanzó los dos dígitos (tasa promedio de 5.9%) y la tasa de cambio se mantuvo estable. Entre 1999 y el año 2000, la actividad económica, medida a través del Producto Interno Bruto (PIB), creció en 10.8%, en términos reales. La tasa de interés promedio real de la banca comercial descendió de 24.2% en septiembre de 1996, a 18.9% en diciembre de 1998, lo que estimuló el aumento de la cartera de préstamos de los bancos comerciales.
En las reservas internacionales logró un incremento de US$200.9 millones en el nivel de reservas brutas y de US$268.8 millones en las reservas netas, en el período 1996-1998. Redujo la deuda externa de US$3,875 millones, monto total en junio de 1996, a US$3,507 millones, para una disminución de US$368 millones, que representa un descenso de 9.5%. En el período 1996-1999, los préstamos de la banca comercial dirigidos al sector privado se incrementaron de RD$34,861 millones a RD$65,271 millones, gracias al mantenimiento de la estabilidad en los índices económicos.
En el plano social, se crearon 650,000 nuevos empleos, gracias al financiamiento y fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas; al tiempo que mantuvo un programa de venta de alimentos a bajos precios en puestos fijos y ventas ambulatorias enfocadas hacia los barrios pobres. En el sector educación, logró aumentar de 300,000 a 1,300,000 las raciones diarias del desayuno escolar. Asimismo, instaló laboratorios de computadoras en todos los liceos públicos del sistema educativo y aumentó desde un 50 hasta un 100 por ciento el sueldo de los maestros. Instituyó el Premio a los Estudiantes Meritorios, otorgado mensualmente a los alumnos que obtuvieran las más altas calificaciones en sus centros docentes, al tiempo que promovió la lectura a través de las Olimpíadas de Lectura y relanzó la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo.
En el sector de la salud pública, el presidente Fernández inició la descentralización de los servicios y remodeló los hospitales. De igual forma, incrementó los recursos destinados a salarios del personal médico. Su gestión gubernamental dedicó especial atención a la población más vulnerable. Entre 1996 y el año 2000, la República Dominicana registró una disminución de la mortalidad infantil. De cada mil niños nacidos vivos en 1996, 46 morían, cifra que se redujo a 21.3, por cada mil nacidos vivos para el año 2000.
Tras la culminación de su gestión de gobierno en el año 2000, el doctor Fernández continuó sus aportes al desarrollo del país y de Latinoamérica, esta vez como presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), una institución sin fines de lucro dedicada al estudio de los temas vitales para el país y su contexto internacional, la elaboración de propuestas innovadoras de naturaleza estratégica, el diseño de políticas públicas, la mejoría de la calidad del debate nacional y la formación de los recursos humanos.
Ante un panorama de crisis matizada por la quiebra de bancos, devaluación del peso, alta inflación y tasas de interés, la pérdida de miles de empleos y la quiebra de cientos de negocios y empresas, el presidente Fernández opta por la Presidencia de la República para las elecciones del 16 mayo de 2004, en la que fue escogido nuevamente, con el 57% de los votos.
Con el desafío de resolver la crisis económica más aguda que haya experimentado la nación dominicana, el 16 de agosto de 2004 el presidente Fernández juró por segundo período. La firma de un Acuerdo Stand By con el Fondo Monetario Internacional para recobrar la disciplina fiscal, el control del gasto, la creación de nuevos empleos, el incremento de las reservas internacionales, la estabilidad macroeconómica, una activa presencia del país en los foros regionales; la firma de tratados comerciales; el fomento de la educación básica y superior; el respeto a las libertades públicas y los derechos humanos son logros tangibles del cuatrienio 2004-2008, que sirvieron de apoyo a su reelección con el 54 % de los votos en las elecciones del 16 de mayo de 2008.
Paralelo a sus responsabilidades académicas, profesionales y políticas, ha desarrollado una intensa labor como ensayista. Es autor de los siguientes títulos: “Raíces de un Poder Usurpado”, “Los Estados Unidos en el Caribe: De la Guerra Fría al Plan Reagan”, “La República Dominicana hacia el nuevo siglo”, “La globalización y la República Dominicana” y “Nuevo Paradigma”.
Sus discursos han sido compilados en “Temas de Campaña I y II”, y en “Discursos I, II, III y IV”. Otros libros que resaltan los aportes de su gobierno son “Ningún Gobierno había hecho tanto en tan poco tiempo”, “Hablando la gente se entiende” y “Diez años de una visión, el camino de la modernidad y el progreso”.
Los últimos cuatro años de gestión del doctor Leonel Fernández, del 2008 al 2012, estuvieron basados en tres áreas fundamentales: manejo eficiente de la economía, construcción de grandes proyectos de infraestructura y sólidas relaciones internacionales.
El exmandatario consolidó sus iniciativas con miras al fortalecimiento institucional del país en sus estructuras internas y vinculación a un esquema global que potencie su economía y posibilidades de desarrollo en todos los órdenes.
En lo concerniente al manejo de la economía, la gestión de Fernández logró que la República Dominicana mantuviera la estabilidad y el crecimiento con inflación controlada en medio de una crisis mundial sin precedentes, algo que ha llamado la atención de la comunidad internacional y lo ha hecho merecedor de múltiples reconocimientos.
Como resultado de su estrategia, Fernández también logró, en su tercer mandato, la aprobación de una reforma sustancial a la Constitución de la República, la cual fue proclamada el 26 de enero del 2010.
Entre las principales innovaciones que contiene el documento, se destaca la inclusión del artículo 7, el cual establece que la República Dominicana es un Estado Social y Democrático de Derecho, lo cual significa que se funda en el respeto de la dignidad humana, los derechos fundamentales, el trabajo, la soberanía popular y la separación e independencia de los poderes públicos.
De igual manera, la administración de Fernández elaboró y ejecutó una efectiva estrategia con miras a fortalecer las relaciones internacionales del país y promover la inversión extranjera en la República Dominicana.
En ese tenor, la República Dominicana estableció relaciones formales con la República de Sudáfrica, la Federación de Rusia, la Autoridad Palestina, entre otros.
El exgobernante también hizo valer su liderazgo internacional para servir de mediador y solucionador de crisis. En esta línea se enmarca su papel protagónico en la XX Cumbre de Presidentes del Grupo de Río, celebrada en Santo Domingo, en la que propició un reacercamiento entre los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Álvaro Uribe, de Colombia, y Rafael Correa, de Ecuador.
A lo anterior se añade su papel ante la crisis hondureña, cuando con la mediación del entonces gobernante dominicano, el nuevo presidente de Honduras, Porfirio Lobo, accedió a la salida del destituido mandatario de esa nación, José Manuel Zelaya, quien fue recibido como huésped en Santo Domingo.
En el marco de su activa política exterior, Fernández propuso la creación de un grupo multidisciplinario de análisis permanente de los factores que inciden en la volatilidad de los precios de los alimentos y del petróleo para que trabaje en coordinación con el G-20, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y todas las entidades que se preocupan por el problema de la seguridad alimentaria.
Al justificar su propuesta, Fernández precisó que la ONU es el único foro legítimo y de carácter global, donde se pueda producir una legislación, convenio o tratado vinculante con los Estados miembros.
Después de dos meses y medio de intenso trabajo de la delegación dominicana ante la ONU, la Asamblea General de la ONU de ese organismo aprobó por consenso el proyecto de resolución presentado por el gobierno de Fernández para enfrentar la especulación financiera en los mercados de futuro de petróleo y alimentos.
Pero Fernández también demostró su vocación solidaria a favor de Haití, país que el 12 de enero del 2010 fue devastado por un terremoto de 7.2 grados que en tan solo 30 segundos dejo un saldo de más de 220,000 muertos, sin contar desaparecidos, heridos y otros daños materiales.
Ante la descomunal tragedia, diversas naciones del mundo, encabezadas por República Dominicana, manifestaron de inmediato su solidaridad con Haití y contribuyeron con medidas humanitarias de rescate y socorro.
Sin embargo, la tragedia haitiana precedía 200 años de lo que había sucedido aquella tarde fatídica del 12 de enero. Es por ello que el entonces presidente Fernández organizó, en junio del 2010, la Cumbre Mundial Sobre el Futuro de Haití, donde representantes de las principales naciones del mundo participaron en el diseño de un mejor destino para Haití.
En Punta Cana, provincia La Altagracia, donde se celebró el histórico encuentro, la comunidad internacional se comprometió a ayudar al vecino país a forjar un mejor porvenir para sus hijos y contribuir a que no solo se recuperase de los efectos devastadores del terremoto, sino también de los efectos nocivos de la historia.
En el terreno de las infraestructuras, la administración Fernández hizo verdaderas proezas, resaltándose la construcción de la primera y segunda líneas del Metro de Santo Domingo, dotando al país de uno de los más modernos y efectivos sistemas de transporte colectivo que existe en el mundo.
Además, en las gestiones de Fernández se construyeron importantes obras viales, como la Autopista El Coral, el Bulevar Turístico del Este, el Bulevar Turístico del Atlántico, la presa de Pinalito, el proyecto Corredor Duarte, la Autovía del Este, la carretera Santo Domingo-Samaná, el parque Eólico Quilvio Cabrera y la Ciudad de la Salud.
No obstante sus múltiples responsabilidades como jefe de Estado, Fernández sacó tiempo para hacer sus acostumbrados aportes de orden intelectual con la puesta en circulación dos libros, uno nuevo y otro reeditado: “Años de Formación: Escritos Políticos de Vanguardia” y “El Delito de Opinión: Censura, ideología y libertad de expresión”.
En reconocimiento a los aportes que hizo al pueblo haitiano tras el terremoto de enero del 2010, el entonces presidente de Haití, René Preval, condecoró a Fernández con la Orden Nacional Panamericana Petión y Bolívar, siendo la primera vez que un gobernante dominicano es objeto de una distinción similar por parte de su homólogo haitiano.
La distinción fue entregada en la comunidad fronteriza haitiana de Ouanaminthe (Juana Méndez), contigua a la provincia dominicana de Dajabón, en el marco de una ceremonia en la que ambos mandatarios relanzaron la Comisión Mixta Bilateral, y previo al inicio formal de la construcción, en las afueras de Cabo Haitiano, de una universidad donada por el gobierno dominicano a Haití en solidaridad por la tragedia.
Por esas mismas razones Fernández fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entidad que destacó el “impulso y liderazgo” que desde su cargo canalizó el entonces mandatario dominicano a favor de la solidaridad de los dominicanos hacia el pueblo haitiano.
Al entregar el reconocimiento, la representante local del PNUD, Valerie Julliand, afirmó que “nunca” en sus 17 años como miembro del cuerpo humanitario de la ONU había observado “un pueblo tan solidario” como el dominicano.
Más recientemente, el Consejo Canadiense de las Américas galardonó al doctor Leonel Fernández con el premio Estadista del Año 2012, en reconocimiento a su sólido liderazgo, así como a los logros alcanzados durante sus tres periodos de gestión y los aportes hechos a la comunidad internacional. La ceremonia realizada el 20 de septiembre pasado en Toronto, Canadá.
Con anterioridad, el exmandatario fue galardonado con los Premios Bravo, que entrega la Revista Latin Trade, de Miami, siendo condecorado, además, con la Orden del Quetzal, la máxima distinción que otorga el Estado de Guatemala.
Desde 2011 preside el Consejo para las Relaciones entre el Mundo Árabe y América Latina y el Caribe (CARLAC).
En agosto de 2014, fue elegido a unanimidad por los 33 países que componen la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para presidir la Fundación Unión Europea-América Latina y el Caribe (Fundación EU-LAC).
Es padre de 3 hijos: Yolanda América María Fernández Cedeño, y Nicolle y Omar Fernández Dominguez.
Abogado de profesión, dirigía hasta el momento de su designación del Centro de Estudios de Democracia y sustituye en el cargo a Fréderic Emam-Zadé,
Marco Herrera
Marco Herrera cuenta con una sólida formación tanto en Derecho como en Negocios y ha desarrollado su carrera profesional en ambos ámbitos de manera exitosa. Egresado cum laude como Doctor en Derecho de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), cuenta con una Maestría en derecho bancario y financiero de la Escuela de Leyes de la Universidad de Boston y una Maestría en Administración de Empresas (MBA) de la Escuela de Negocios Kellogg de la Northwestern University de Chicago. En adición, ha realizado múltiples entrenamientos y capacitaciones entre las que cuentan Administración y Gerencia en la Universidad de Columbia, New York; de Negociación y Liderazgo en la Escuela Kennedy de Gobierno y la Escuela de Leyes de Harvard University y de Gestión de Negocios e Innovación en Singularity University (Sillicon Valley).
Es abogado admitido al ejercicio profesional tanto en República Dominicana como en los Estados Unidos y socio fundador de la firma de abogados Seibel Dargam Henríquez & Herrera. Cuenta con una vasta experiencia en materia de Mercado de Valores, Telecomunicaciones, Fusiones y Adquisiciones, Regulación Bancaria y Financiera, Litigios y Arbitraje, así como en procesos de financiamiento con instituciones multilaterales.
Desde 2009, asumió la Dirección Ejecutiva de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), desde donde ha dirigido ambiciosos proyectos con organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales, tales como el Foro Económico Mundial, Banco Mundial, IDEA Internacional, Red Iberoamericana de Estudios Internacionales, entre otros, así como con los principales think tanks de la región.