SANTO DOMINGO.- Baltasar Garzón, en su libro más reciente, “La encrucijada. Ideas y valores frente a la indiferencia”, describe por primera vez su pensamiento más profundo sobre su compromiso con la sociedad, sobre su vocación de servicio de la gente y con ello el análisis sobre lo que considera una necesaria revisión de los conceptos políticos locales y regionales que vive el mundo.

Del contenido de la obra conversó, en una presentación virtual, con el expresidente de la República Dominicana y presidente de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), Leonel Fernández, este miércoles 16 de diciembre de 2020.

Garzón asume en la obra un objetivo prioritario de lo que llama un “progresismo humanista”, una nueva forma de hacer y actuar en la política, para dar respuesta a las llamadas de atención de los jóvenes, quienes han demostrado con sus protestas en el pasado reciente que quieren soluciones urgentes a problemas como el cambio climático, la desigualdad social, la violencia de género, entre otros.

El diálogo con Fernández dio inicio cuando el exmandatario le preguntó acerca de la experiencia compartida en el texto sobre cómo vivió el contagio del COVID-19 y el punto de inflexión que le generó contagiarse un 24 de marzo, cuando ni siquiera los médicos sabían bien como tratar a los enfermos.

¿Cómo vivió esos momentos?, le preguntó el exmandatario a su amigo. En su respuesta, Garzón recreó los momentos de soledad en la habitación de hospital, la sensación, al estar entubado, de que llegaba al final de sus días, y la forma en que se aferró a la necesidad de tranquilizarse y pensar en lo que podía hacer luego, ante la situación, como reflexión profunda.

Subrayó que la situación con la pandemia y los efectos del COVID-19 no son “una mentira”, por lo que son muy necesarias las medidas de prevención y la concienciación de las personas. En su caso, piensa que las fuerzas espirituales actuaron a su favor, tanto como la entrega de los sanitarios que le atendieron.

El libro reúne, contó, los pensamientos y la necesidad de tomar acción y resaltar lo que debe hacerse para cambiar los comportamientos de los líderes políticos, para dejar atrás las confrontaciones de derecha contra izquierda y enfocarse en la búsqueda de soluciones a problemas cruciales.

Cuando Fernández le mencionó a un personaje del texto, Aurora, una joven que encarna los reclamos de su generación, Garzón manifestó que es su hija, una joven sicóloga, que le ha enseñado a ver por qué es necesario que los políticos entiendan que ya no pueden seguir actuando como antes.

En el libro, el jurista plantea: “La inconsciencia de la mayoría de los dirigentes políticos es de tal envergadura que no tiene parangón en la historia de la humanidad”, y en el contexto apunta que los “ejemplos como Donald Trump o Jair Bolsonaro no son menores”.

Por ello aboga “por una nueva política, por nueva y nuevos políticos que respondan a las demandas de los jóvenes con un humanismo progresista”.

En el conversatorio, el presidente de la Fundación FIBGAR, consideró que ha llegado el tiempo de aprovechar los espacios comunes “para no perdernos en las disquisiciones absurdas”. No quiere, matizó, perder más oportunidades, quedarme inerte ante lo que pase; no hay que quedarse sentado en el sofá. Hay que solidarizarse para salvar la situación.

Marco Herrera, director ejecutivo de Funglode, introdujo el acto de presentación, resaltando los aportes del jurista durante su larga trayectoria como abogado, juez y pensador.