Para solucionar el problema del desempleo juvenil es necesario crear alianzas intersectoriales

(Santo Domingo, 7 de diciembre de 2017).- La necesidad de alianzas intersectoriales y las ventajas de los programas de pasantía para la inserción de los jóvenes en el mercado laboral fueron analizadas, este martes 6 de diciembre, en un conversatorio titulado “La empleabilidad de la población joven de bajos ingresos, en situación de riesgo social”. En el encuentro participaron Francisco Larra, gerente de los proyectos nuevos empleos y oportunidades para jóvenes de América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN); Ailín Lockward, directora de Relaciones Institucionales y Desarrollo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), y el director del Centro de Estudios de Economía y principal economista de Funglode, Frederic Emam-Zadé Gerardino. Larra se refirió a los programas que se han llevado a cabo en la región latinoamericana para promover el empleo entre los jóvenes. En especial habló de la alianza NEO (Nuevos Empleos y Oportunidades) que apunta a incorporar más jóvenes de bajos ingresos al mercado de trabajo. La iniciativa reúne a integrantes clave de los sectores público y privado y de la sociedad civil. Destacó que en el cambio social las alianzas intersectoriales son cruciales y que debido a la complejidad del problema de la empleabilidad juvenil, el sector público no puede estar fuera de la mesa de diálogo. Lockward explicó que el índice de desempleo juvenil en la República Dominicana es de 31%, el cual duplica el de América Latina que es de 15%. En ese sentido, resaltó la importancia de las pasantías pues ofrecen la oportunidad de tener un primer empleo y poner en práctica lo aprendido durante la formación profesional. Subrayó, asimismo, que es imperioso unir los conocimientos profesionales con el desarrollo de capacidades conductuales -como competencias en comunicación y en la toma de decisiones-, para el éxito a futuro. La importancia del trabajo voluntario con menores de edad, que permita incluir esos meses o años de experiencia en el currículo, fue uno de los puntos abordados por Frederic Emam-Zadé, quien también planteó la opción de la creación de centros vocacionales y community colleges para que los jóvenes puedan cursar carreras cortas y capacitarse en diferentes áreas. Con relación al efecto excluyente del salario mínimo sobre el empleo de los jóvenes menos capaces de producir, manifestó que es más justo para la sociedad que “todo el mundo tenga un ingreso básico”. Agregó que desde el punto de vista del empleo, lo que debe importar es el mayor número de empleados y no cuántos ganan más que otros. El conversatorio, organizado por el Centro de Estudios de Economía de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), tuvo como objetivo analizar las oportunidades y los desafíos que enfrentan los jóvenes en la República Dominicana al buscar su primer empleo y emplearse en los sectores productivos del país.

(Santo Domingo, 7 de diciembre de 2017).- La necesidad de alianzas intersectoriales y las ventajas de los programas de pasantía para la inserción de los jóvenes en el mercado laboral fueron analizadas, este martes 6 de diciembre, en un conversatorio titulado “La empleabilidad de la población joven de bajos ingresos, en situación de riesgo social”.

En el encuentro participaron Francisco Larra, gerente de los proyectos nuevos empleos y oportunidades para jóvenes de América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN); Ailín Lockward, directora de Relaciones Institucionales y Desarrollo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), y el director del Centro de Estudios de Economía y principal economista de Funglode, Frederic Emam-Zadé Gerardino.

Larra se refirió a los programas que se han llevado a cabo en la región latinoamericana para promover el empleo entre los jóvenes. En especial habló de la alianza NEO (Nuevos Empleos y Oportunidades) que apunta a incorporar más jóvenes de bajos ingresos al mercado de trabajo. La iniciativa reúne a integrantes clave de los sectores público y privado y de la sociedad civil.

Destacó que en el cambio social las alianzas intersectoriales son cruciales y que debido a la complejidad del problema de la empleabilidad juvenil, el sector público no puede estar fuera de la mesa de diálogo.

Lockward explicó que el índice de desempleo juvenil en la República Dominicana es de 31%, el cual duplica el de América Latina que es de 15%. En ese sentido, resaltó la importancia de las pasantías pues ofrecen la oportunidad de tener un primer empleo y poner en práctica lo aprendido durante la formación profesional.

Subrayó, asimismo, que es imperioso unir los conocimientos profesionales con el desarrollo de capacidades conductuales -como competencias en comunicación y en la toma de decisiones-, para el éxito a futuro.

La importancia del trabajo voluntario con menores de edad, que permita incluir esos meses o años de experiencia en el currículo, fue uno de los puntos abordados por Frederic Emam-Zadé, quien también planteó la opción de la creación de centros vocacionales y community colleges para que los jóvenes puedan cursar carreras cortas y capacitarse en diferentes áreas.

Con relación al efecto excluyente del salario mínimo sobre el empleo de los jóvenes menos capaces de producir, manifestó que es más justo para la sociedad que “todo el mundo tenga un ingreso básico”.

Agregó que desde el punto de vista del empleo, lo que debe importar es el mayor número de empleados y no cuántos ganan más que otros.

El conversatorio, organizado por el Centro de Estudios de Economía de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), tuvo como objetivo analizar las oportunidades y los desafíos que enfrentan los jóvenes en la República Dominicana al buscar su primer empleo y emplearse en los sectores productivos del país.

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